Tuve la gran oportunidad de ser considerada para disfrutar de una noche entre los Vinos Montes y la embajada de Chile.

Como nos lo dijeron desde el inició fue una maravillosa cena entre amigos, con sede en la Casa de Chile en México (de la embajada de Chile).

Las personalidades con las que tuve la fortuna de compartir este momento

Fue una noche con muchas sorpresas, ya que tuvimos grandes personalidades acompañándonos. De parte de la embajada estuvo presente la Consejera Verónica Rocha y sus secretarios, por parte de los Vinos Montes:  Export Manager Sonia Montanares y el director comercial Carlos Serrano, de parte de  Prochile México: Martha Márquez y Adalid Garcia-Pina, de la distribuidora Everest:  la PR Manager Tania Alvarado y account marketing Andrés Mariscal, la wineinfluencer Blanca Breton y el foodie Ángel Zavaleta.

También, tuvimos el gran honor de compartir velada con el famoso arquitecto y pintor chileno, galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Chile 1991, Francisco de Borja García-Huidobro mejor conocido como Borja Huidobro.

El menú estuvo a cargo del chef Cristian Balbontin del restaurante Piso Cuatro, logrando una increíble fusión de comida chilena y mexicana.

Así comenzamos la degustación

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Nuestro vino de bienvenida fue un vino espumoso Sparkling Angel Brut, de un ensamble de uvas Pinot Noir y Chardonnay con reposo en barrica de 36 meses con sus lías, un vino sutil, fresco y afrutado con fina espuma, que nos hizo ilusionarnos por la noche que comenzaba.

Como entrante nos sirvieron un aguachile de rib eye sellado, calidad black angus, sobre leche de tigre y jugo de maracuyá con guarnición de pepino, cebolla morada y un crocante de plátano macho.

Continuamos con

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Como segundo platillo, una mezcla de callo de hacha, almeja reina o mantequilla y camarón del Pacífico en leche de tigre con piña rostizada, con brotes de betabel y ajonjolí negro. Este plato estuvo maridado con un Montes Alpha Chardonnay 2019, un vino blanco del Valle de Aconcagua, con tonos amarillos brillantes, 30% de este vino se cría y fermenta en barricas y el 70% en acero, ofrece en boca sedosidad, amplitud  y frescura con sabores de manzana verde, con nota láctea, piña, pera, melocotón, pomelo, avellana y vainilla. Con una acidez equilibrada, un vino muy fresco y perfecto para mariscos. Con la cosecha 2018 ganó el premio de mejor Chardonnay del mundo.

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Más adelante

Seguimos con un arancini (croqueta chilena) empanizada de panco, relleno de confitado de paleta de cordero nacional, salseado con una mayonesa de chipotle, una reducción de balsámico y decorado con un pebre (tipo de pico de gallo chileno maridado con vinagre balsámico y aceite de olivo) y eneldo fresco.

Complementado con un vino Montes Alpha 100% Pinot Noir 2020 (una uva delicada) en copa inclinada se puede observar un rojo rubí con suaves tonos violeta, brillante. Con muchos aromas y expresión, en boca es frutal, dueño de una acidez muy equilibrada con el dulzor entregado por sus taninos redondos y maduros. Su paladar medio es generoso y elegante.

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Los platos fuertes

Los platos fuertes fueron servidos al mismo tiempo, ya que fue una propuesta con doble maridaje; Primero, llegó un pulpo sellado, acompañado de papas cambray al mojo de ajo, servido con alioli de páprica.

Por otro lado, un Slider de Short rib black angus, el Short ribe es cocinado durante 14 horas a fuego muy bajo con un estilo ragú y terminado con una salsa fondue (roquefort, manchego y gouda) esta carne junto a su salsa fue montado entre el pan tipo brioche con ajonjolí. Por cierto, el Short rib me sorprendió con su sabor y su extrema suavidad.

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Estos platillos fueron acompañados con un vino Montes Alpha Carmenére 2019. Las uvas de este vino provienen de dos regiones de Chile, del Valle de Colchagua y Marchigüe, el 55% de este vino se mantiene por 12 meses en barrica de roble francés de primer, segundo y tercer uso, es un vino de profundo color carmín de taninos sedosos que le hacen sentir sensaciones dulces, balanceado, untuoso y estructurado.

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Un poco de la uva Carmenére

El Carmenére es una uva muy importante para Chile, ya que fue descubierta en este país después de la plaga de la filoxera en Europa y que se creía extinta. Por ello esta uva es una de las representantes de Chile.

¿El postre?

Tuvimos un delicioso cierre dulce, con un brownie de chocolate acompañado de crema de queso mascarpone y maracuyá, así como helado de café, decorado con frambuesa e hinojo.

Me encanta, cuando me sorprenden con un concepto diferente de cena o cata, como suelen hacerlo la distribuidora Everest.

Aunque estuvimos en un lugar como la Casa de la embajada de Chile, la cena se desarrolló con movimiento, es decir en diversos espacios de ésta sin estar en una mesa sentado.

Este tipo de dinámicas y romper con los estereotipos de maridaje, incorporan frescura al ámbito de los vinos y por lo mismo nuevas generaciones se permiten probar de forma diferente los buenos vinos y sus maridajes.

Ya era fan de los Vinos Montes, pero ahora ¡quiero probar aún más!

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Texto: Alejandra Alva (Alursita)

Fotografía: Alejandra Alva